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FUENTE: infoapsalud.wordpress.com

Cartas electorales: ¿Por qué es tan difícil votar bien en el Perú?

Elegir en un mundo incierto

Publicado: 2016-02-13

¡Hola! El 10 de abril tienes votar. No hay otra. Bueno, sí la hay. Pero implica pagar una multa. Pero si eres de los que no son indiferentes a la elección presidencial, te gustaría entender un poco mejor la política peruana (esa que te hace renegar) y esperas que tu voto tenga algún sentido, estas cartas son para ti. 

Hay muchas opciones disponibles. Quizá demasiadas. 18 personas compiten por tu voto. ¡18! Es posible que apenas conozcas a 6 o 7 de ellas. ¿Qué hacer? ¿Por quién votar?

Imagina que estás sediento. Quieres una bebida muy fría. Entras a la primera bodega que ves. Preguntas al bodeguero por las gaseosas heladas y él te indica dónde está el refrigerador. Te acercas, lo abres y miras 18 botellas distintas. Algunas negras, otra amarillas, algunas rojas, también hay transparentes. Cada una es de una marca diferente. De pronto miras la botella roja. Esa marca ya la conoces. Y te trae malos recuerdos. En su etiqueta dice “sabor a fresa”. Pero ya sabes que al tomarla sabrá a naranja.

Pero la gran mayoría de envases te son desconocidos. Miras las etiquetas. ¡Están rebosantes de datos (ofertas)! Si fueran marcas reconocidas, que ya probaste, seguramente te sería más fácil elegir. Las etiquetas generarían más certidumbre y habría más condiciones para una buena elección. Es una pena que eso no suceda. Cada vez que vas a la bodega, la mayor parte de las bebidas que ofrece son nuevas. Es un mundo incierto

Pero, cuidado. El ejemplo que te estoy relatando no es perfecto. Cuando compras una gaseosa y no te gusta, el costo de mala decisión no es tan alto. Puedes comprar otra –con poco dinero– y probarla sin esperar mucho tiempo. Eso sí, la mala experiencia te llevará a no volver a comprar la bebida. La marca perderá clientes. El dueño de la marca sufrirá pérdidas. Pero el costo de elegir un mal presidente o presidenta es muy alto. Hay que esperar 5 años para volver a probar. Y quién más pierde es el país.

Volvamos a la elección de la gaseosa que necesitamos para aplacar la sed. Tenemos que optar. La sed nos mata. No hay alternativa. ¿Qué hacer? Si te acercas a una gaseosa nueva y te percatas que el líquido dentro de la botella tiene un color extraño (parece lodo), o ves un insecto flotando dentro, seguramente empezarás a mirar otras opciones. En otros casos, si eres un consumidor muy informado, serás capaz de hallar incoherencias en la información de las etiquetas. Quizá una gaseosa se anuncie como light. Pero, al ver la etiqueta sabrás que no lo es. Tiene mucha azúcar. Alerta de engaño.

Pero otros apenas si tienen ganas de mirar con detalle las bebidas. Entran a la bodega y eligen rápidamente (los que eligen por quién votar un día antes de la votación). No hay tiempo. A veces siguen lo que eligió la gente en la que él o ella confía (su amigo más querido, o su madre o hermano, etc.). No es un camino fácil.

Esto es lo que pasa en las elecciones peruanas. Debido a la debilidad de nuestras organizaciones políticas (los partidos), no hay marcas reconocibles y confiables. Entonces nos concentramos solo en los candidatos (su imagen) y sus discursos (la etiqueta con información). Hay muchos para escoger. Unos pocos conocidos –que también pueden generarte malos recuerdos–, otros desconocidos, pero que lucen atractivos. ¿Qué hacer? Si las nuevas alternativas pintan mal, entonces algunos preferirán lo malo conocido. Al menos así ya saben qué esperar. Pero si las opciones más conocidas son realmente malas –la experiencia previa ha sido muy negativa–, quizá muchos prefieran arriesgarse y probar lo nuevo, por arriesgado que sea.

Para colmo, en el mundo electoral real, tu voto no te asegura que beberás la gaseosa que elijas. La mayoría podría preferir otra. Y al quedar en minoría no te quedará más que aceptar la decisión de la mayoría por 5 años. Por eso, cuando pocas opciones parecen tener posibilidades reales de ganar, algunos no eligen al candidato o candidata que les gusta más, sino al que consideran la opción menos mala entre las que tienen mayor opción. A eso se le llama elegir el “mal menor”.

Así se presenta el escenario electoral peruano, que ojalá mejore en el futuro. Pero, como sueles decir, “es lo que hay”. Con estas cartas, querida o querido joven, me propongo ir ofreciéndote algunas ideas que espero te ayuden a elegir. Puede ser que ya hayas decidido tu voto. O que estés entusiasmado con algún candidato. No te diré por quién votar. Ni te recordaré toda la información que viene en las etiquetas que acompañan a las candidaturas. Solo espero que cuando te toque explicar tu voto (para empezar a ti mismo) o quieras convencer a otro de votar por alguien, tengas argumentos más sólidos para hacerlo.


Escrito por

Ivan Lanegra

Enseño ciencia política en la PUCP y en la Universidad del Pacífico. Tras 20 años en el Estado, intento escribir con simplicidad sobre él.


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